...

jueves, 28 de agosto de 2014

Movimiento en Agosto

Vamos, venimos, retrocedemos, avanzamos. Siempre en movimiento. Porque creo que de eso se trata todo. Moverse un poco.
Él movió su mundo. Le dio más de una razón para que ella quisiera quererlo. Porque ahí estaba la clave. Ella lo quería, pero además quería quererlo por todo lo que la hacía sentir, por todo lo que conseguían estando juntos.

Un día, de forma casi imperceptible él comenzó a alejarse. Ella no conseguía respuestas a ese cambio abrupto del que le costaba creer. Él, simplemente se excusaba con un "no es con vos, debo tener malos días". Pero los días pasaban y la sonrisa de ella se iba desvaneciendo, esperando algún tipo de explicación a todo eso que le sucedía.

Ahora ella lo sigue queriendo, pero con la diferencia de que no quiere quererlo. Y cada día que pasa es quererlo un poco menos. Ella dejo de intentar, entendió que tenía que dejarlo ir. Y le hizo entender a él, que también la tenía que dejar ir. Porque aunque se quisieran, el amor no lo es todo. También hay otros condimentos de los que ellos se olvidaron.

Quizas no era el momento, quizás no estaban destinados a ser...


martes, 29 de julio de 2014

En la punta de la montaña

Esos famosos "segundos de felicidad". Los acabo de vivir. 
Ya no importa nada. No importa el dolor, el defecto, el desperfecto. Por dos hermosos segundos sentí que no necesitaba más nada y con algo tan simple.
Y juro que vale la pena estar vivo, porque es increíble como a uno lo sorprende el transcurso de la vida. 
Me siento en la punta de la montaña. 

 

sábado, 26 de julio de 2014

1:34 am

Son destellos. La felicidad se basa en pequeños momentos. A veces, duran una milésima de segundos, pero dejan huellas en nuestro interior muy difíciles de borrar. Son esos mínimos detalles que nos hacen sentir plenos. Yo los tomo como avisos de que vale la pena estar vivo, no por la espera de esos buenos momentos, sino por el trayecto hacia ellos. 
Deberíamos quedarnos con ese concepto, de que la felicidad no es algo por lo que hay que esperar, a la felicidad hay que salir a buscarla.
Por esto, nada debería impedirnos hacer lo que nos gusta. Nadie debería interferir en lo que pensamos o decimos. Después de todo, cada uno trata de buscarle la salida a este laberinto, como puede, como sabe, como le enseñaron. Porque la felicidad no tiene una medida universal. Cada uno sabe donde encontrar su plenitud. Y esto nos diferencia. Muchas veces genera discordia o asimetría. Pero la vida, también es eso. Es la falta de simetría entre unos y otros, que, a la vez nos complementa y genera más vida

.

viernes, 11 de julio de 2014

Un día de esos..

Hoy es uno de esos días en que me siento cansada. 
Cansancio.
Pero la pregunta es, ¿de qué?. ¿Qué es lo que me cansa realmente?.
Y, aunque no sepa la respuesta, puedo decir que la forma que tomó el mundo desde que deje de ser niña, me cansa. Tanta realidad anulando todo tipo de colores con los que había pintado mi mundo de ensueños. Veía tan lejana la posibilidad de sufrir. Y ahora, tan cerca.
Fue un duro despertar. Tuve que resignarme ante la idea de que en este mundo no siempre hay héroes que ayudan a los que más necesitan. De que no todas las princesas tienen su príncipe azul. De que no siempre los "malos" pierden. Hay veces que salen ganando, y mucho. 
Estoy cansada. 
Cansada de ver como sufrimos. Somos seres que sufrimos cuando amamos, sufrimos cuando no amamos, cuando no nos aman o cuando nos aman demasiado. 
Por instinto, sufrimos. Nos resistimos a la idea de "perder". No podemos aceptar, bajo ningún punto de vista, que las cosas no son y no van a ser como hubiésemos querido que sean. 





miércoles, 9 de julio de 2014

le passé

El pasado. El camino de vuelta a lo que ya vivimos. 
Estamos equivocados si creemos que el pasado no debe importar en nuestras vidas, sino que vale la pena vivir el presente y preparase para el futuro. Todo lo que somos, exactamente todo lo que nos rodea es justamente por nuestro pasado, por nuestras vivencias. Y, a todos nos atan cosas del pasado. Lo que sucede es que vivimos inmersos en proyectos y deseos futuros. No esperamos a que sane el pasado. Dejamos puertas entreabiertas, que, aunque no lo crean se vuelven a abrir en nuestro trayecto hacia delante. 
El pasado es como una mancha de nacimiento. Nos identifica. Nos hace únicos y humanos. No hay otra explicación. Y aquel que niegue su pasado, nunca podrá continuar avanzando. Éste, se ira depositando en el cuerpo, hasta encontrar excusas para alertar a la persona de que algo esta sucediendo allí dentro. Porque todo lo que no sana a tiempo con palabras, se almacena en el cuerpo con enfermedades. 




jueves, 22 de mayo de 2014

Miedos que paralizan

"El miedo ha favorecido más el conocimiento general del ser humano que el amor, pues el miedo quiere adivinar quién es el otro, qué es lo que puede, qué es lo que quiere: equivocarse en eso constituiría un peligro y una desventaja. El amor, por el contrario, tiene un secreto impulso a ver en el otro la mayor cantidad posible de cosas bellas o a elevarlo lo mas alto posible: equivocarse a ese respecto seria para el amor un placer y una ventaja, y actúa de ese modo." Friedrich Nietzsche

El miedo. Ese frío que me recorre lentamente por cada parte del cuerpo al decir estoy bien, no pasa nada. Esa terrible sensación de no saber que hacer, de no saber para donde ir, de no saber que pensar. Todo empieza a mezclarse y ya no puedo creer en mis conclusiones con seguridad, ya no se que es lo mejor. Todo es confuso, y hasta lo que parecía tan firme, se desvanece. Reaparecen dudas, pensamientos, ideas. 
De pronto, lo que veía tan lejano se acerca, y cada vez mas. Mi instinto dice que tengo que escapar, como tantas otras veces lo hice. Pero, aunque parezca raro, por esta vez, no le voy a hacer caso a mi interior, no voy a dejar que me convierta en mi propia enemiga. Voy a enfrentar. Solo se trata de que no se note esta pequeña molestia en mi garganta, eso que se ve en mi cara, en como estoy. La angustia. Y de que? de todo aquello que no pudo ser, y de lo que fue y no quería que fuera. 
Me siento entrar en un túnel desconocido, en el que no estoy segura si quiero averiguar que hay en él. Explorar es la única opción para no quedarse con lo que podría haber sido. Eso lo sé. ¿Pero cómo hacer para manejar todas estas sensaciones que no tienen control?, ¿cómo hacer para dar primeros pasos con seguridad, cuando en mi cabeza habitan millones de pensamientos que solo aportan vértigo? Creo que se trata de transitar y procesar. Transitar los miedos y procesar aquello que nos asusta, eso que nos saca de la cotidianidad. Eso que no teníamos planeado y nos somete a enfrentarlo tarde o temprano. 



viernes, 9 de mayo de 2014

Despegarse, soltar

 Creo que todos alguna vez, o tal vez, varias veces tuvimos que soltar. Despegarse de eso que tanto nos aferramos, por capricho, por amor, por odio, por rencor o por cualquier otro sentimiento que justifique esa acción.
 Nadie es eterno, eso lo sabemos todos, pero es imposible no desear ser eternos, y que ese momento, solo ese momento sea eterno. No podemos resistirnos ante la idea de idealizar. En menor o mayor medida buscamos siempre el ideal, el prototipo que más nos identifique. La forma en que nos sentimos parte de algo o alguien. Y a veces, eso no resulta como esperamos. Se rompen las expectativas.
 Se cae en una decepción en donde solo nos preocupa, qué hubiese pasado si se nos hubiera dado la oportunidad de alcanzar la meta a donde queríamos llegar. Y cuando se llega a estas situaciones es cuando debemos dejar ir todos aquellos ideales. Hay que soltar todo aquello que creíamos que era para nosotros, pero que por diversas situaciones de la vida, no lo fue. Hay que despegarse de eso que tanto nos aferramos y empezar a mirar al mundo de diversas formas. Encontrar la variedad. Y explorar lo que sea más amoldable a nosotros, a nuestra personalidad. Solo se trata de buscar en la diversidad y de no quedarse con un solo punto de vista.

martes, 6 de mayo de 2014

Imposible no quererte

No hay manera que yo deje de quererte algún día. 
Más allá de estar juntos o no, mi cariño es un punto y aparte. Lograste hacerte querer. Y eso, asusta. Se siente un vértigo inexplicable, en donde no existen las palabras. Existen silencios que solo nosotros dos entendemos. Esa conexión espontánea que tenemos cada vez que nos miramos a los ojos. Ojos llenos de verdad, que no tratan de estorbar con ilusiones. Tiempo al tiempo. Pero siempre, un paso adelante. 
Admito que el futuro me da miedo. Pero si hay algo de lo que estoy segura, es que vas a pertenecer siempre en mi. 
Amar duele. Y amar mucho, duele aún más. Pero creo que vale la pena que duela un poco si se trata de vos. De como sos. Entero. Con defectos y virtudes. Con acuerdos y desacuerdos. Con peleas y enojos. Te quiero, porque eso no es lo importante. Te quiero porque gracias a vos conocí una parte de mi de la que no estaba enterada. Gracias a vos, se lo que es la ternura. Gracias a vos, se lo que es tener un gran amigo. Y porque por sobre todas las cosas, no existen tantos como vos en este mundo. Y por eso es que agradezco que te hayas cruzado en mi camino. 
Simplemente te quiero.


lunes, 5 de mayo de 2014

Mirar desde adentro

 Somos seres potentes. Llevamos dentro una increíble capacidad para sentir y demostrar eso que sentimos. Algunos más transparentes que otros, pero al fin y al cabo, hay sentimientos que se nos escapan de las manos.
 Soy de las personas que cree que demostrar lo que uno siente, cura el alma. Lo veo como un acto de voluntad, de coraje.
 Y aunque muchas veces seamos un poco fríos e introvertidos, tenemos que saber que en este mundo estamos de paso, y en el transcurso de ese tiempo nuestra misión es dejar algo en cada persona que nos rodea. Y no es precisamente algo material. Es lo que queda. Los recuerdos. Los momentos. Una simple frase. Algo con valor para el alma.

 Demostrar sentimientos es la única manera que tenemos los seres humanos para pertenecer en un lugar, rodeados de otras personas que, a su vez, nos demuestran su propia sensibilidad ante los estímulos de la vida. Ademas, es una de las características principales que nos diferencia de los diferentes seres que habitan la Tierra. 
 Por eso, es que pienso que somos seres potentes, con un gran poder dentro que todavía no pudimos develar. La fuerza para sentir de la que todavía no estamos enterados. El secreto de lo que habita dentro.


sábado, 3 de mayo de 2014

Sábado lluvioso

Lluvia.
 Me pasa algo raro cada vez que llueve. Tengo la necesidad de ponerme a pensar en todo lo que implica estar vivo.
 Creo que nadie se da cuenta de lo que es vivir. Existir. El hecho de que nos permitamos sentir, cuestionar, buscar respuestas, e ir detrás de sueños y esperanzas. Pero también, la posibilidad de crecer y aprender ante la imposibilidad, ante aquello que no podemos lograr fácilmente.
 Todo está increíblemente diseñado y balanceado. La perfección, en la imperfección de cada una de nuestras vidas. Y eso, es lo que todavía no pudimos entender. Estamos vivos para probar, fallar y volver a intentar. Conocemos el bienestar, porque antes conocimos el malestar. Estamos alegres porque antes estuvimos tristes. Gozamos de los buenos momentos, porque sabemos que no duran para siempre.
 Por eso, es muy necesario, casi vital, que nos demos cuenta de que la vida misma se construye de buenos y malos momentos, de alegrías y tristezas, de ilusiones y decepciones, de encuentros y desencuentros. El verdadero equilibrio de la existencia. El gran riesgo de estar vivo.






viernes, 2 de mayo de 2014

Dejar que el dolor nos traspase

Todos alguna vez, tuvimos que sufrir. Pero el hecho no es EL dolor, sino QUE hicimos para aliviarlo.
Para salir adelante hay que dejar que el dolor nos traspase. Nos perfore. Al dolor hay que asumirlo, hay que aceptarlo. 
En líneas generales, cuando una persona esta dolida, primero siente ese vacío indefinido, en donde la multitud es soledad, y de la única forma que uno se siente acompañado es fingiendo que se está bien, fingiendo que no hay ningún abismo delante de nuestros ojos, fingiendo que no se está derrumbado ni debilitado, en fin, fingiendo. 
Luego, todo se vuelve negativo y pesimista, donde nadie puede entender esa pequeña molestia en nuestra mente, que impide seguir adelante. Esa sensación de hundirse más y más en un pozo del cual no encontramos la luz para salir.
Y por último, tarde o temprano el ser humano, comienza a sentir que su dolor es una carga, simplemente algo que se lleva todos los días porque uno ya se habituó a convivir con la tristeza, entonces, se da cuenta de que el sufrimiento ya no es para él, y decide reinventarse, renacer, dejando que su vida de un giro rotundo generando una armonía entre el individuo y el dolor. La famosa "tregua". Donde todo lo vivido pasa a formar parte de una eterna cicatriz del alma.